¿Qué es una obra maestra? ¿Qué es una obra de arte? ¿Qué es arte?
Parece lógico que la mayoría de las personas nos remitan a los museos o salas de exposiciones cuando se les pregunta por sus experiencias estéticas o relaciones con el Arte. Haciendo una sencilla ecuación resuelven que los espacios que de arte se ocupan, ofrecen arte. Por tanto considerarán que arte y obras de arte serán lo que estos espacios decidan exponer. Incluso en ocasiones, en la distribución de las obras, se le permite intuir al espectador que unas son más obra de arte que otras, que algunas son obras maestras.
Ahora bien, ¿quién decidió colocar esas piezas y no otras ahí?, y puesto que los museos afirman poderosamente la jerarquía de las obras con una dudosa objetividad ¿bajo que criterios de selección se eligieron las que nos exhiben?, y si hoy el mundo del arte se comprende como el mercado del arte, ¿que valores motiva a estos espacios?¿sus piezas más caras serán sus obras maestras?
El museo tiene la cualidad de hacer creer a bastante gente que arte es lo que ellos ofrecen y porque ellos lo ofrecen. Y si deciden que X es un gran artista y su nuevo estilo es la punta de la tendencia actual y se proponen hacértelo creer, lo será. Estamos acomodados a todo tipo de cambio en el gusto y los juicios de valor, determinados por lo que los museos, y con ellos todo tipo de historiadores, críticos y demás agentes del panorama artístico que decidan arrastrar, deseen.
El público no especializado que entra en un museo de arte contemporáneo y no entiende muchas piezas, indistintamente de que unas les gusten y otras les parezca la mayor basura que han visto nunca, asumirán que es arte por estar ahí dentro. Incluso tristemente se verá reforzada su idea de obras de arte si se percata de las desorbitadas cantidades de dinero que se ha empleado en proveerlo. Saldrá desconcertado, incluso enfadado, maldiciendo el arte, pero con la idea de haber visto arte.
Si la visita es a un museo de arte clásico, los criterios impuestos por la academia durante toda la historia del arte, asimilados por la mayoría de personas, permitirán la aceptación como obras de arte de los objetos allí expuestos. Por supuesto, la tradición y el hecho de ser objetos históricos potencian la idea de obras artísticas, es arte porque mucha gente durante mucho tiempo lo ha visto como arte.
En definitiva, para el público general, será arte lo que las instituciones que al arte se dedican le digan que es. ¿Es correcto resumir a esto el arte?
Hoy en día el arte no tiene la importancia que podía tener por ejemplo en la época romántica, no tiene la relevancia que antes tenía. El tener experiencias estéticas y que estas tengan repercusión en la vida cotidiana no es la tónica general en la sociedad contemporánea, por lo menos para la mayoría de la población. El arte no le importa a mucha gente, este no es tan trascendental, no trata de salvar la humanidad ni dicta las tendencias que todo el mundo tiene que seguir. ¿Pero es esta razón suficiente para que el Arte quede solo en manos de las instituciones? ¿Seguiremos digiriendo sus obras maestras sin poner nada de nuestra parte?
No dudo que durante toda la historia de la creación artística determinadas obras, ya sea debido a las repercusiones sociales producidas o a las evoluciones técnicas o conceptuales conseguidas, se han ganado un espacio merecido en la memoria artística. Supongo que algunas de ellas, respondiendo a distintos triunfos, han llegado a convertirse en obras maestras aún en nuestro tiempo. Ahora bien, sin llegar a la idea radical de Marinetti de la necesidad de liberarse de la aplastante presencia de las obras maestras, si creo que producir estas no deberían ser la finalidad de la creación artísticas, o por lo menos de mis trabajos artísticos. Creo que sería prácticamente imposible tener unos criterios universales para clasificar y por tanto comparar y jerarquizar las obras de arte debido a todo lo que estas dependen de todo lo que les rodea desde antes de ser creadas hasta mucho después de haberlo sido, además de las diferentes lecturas que ofrecen a cada uno cada vez que las vuelve a ver.
Coincido con la idea de no tener tanto interés en el producto acabado y prestar mas atención al proceso, a la experiencia. Encuentro arte en una actitud, en un posicionamiento que el artista toma frente a la realidad, si este me parece interesante, la búsqueda, el desarrollo de las ideas, el esfuerzo por ser coherente y producir una obra que invite a la interpretación serán factores que acercaran su producción a la obra maestra, aunque esta calificación precisa de un convencimiento general, o casi universal. Cuanto más se acerque a los objetivos que se propone mejor obra estará creando, o por lo menos este es el criterio que utilizo para valorar mi trabajo y las producciones artísticas que me parecen atractivas. No estoy interesado en las obras maestras ni en crear obras maestras. Evidentemente me gustan algunas obras de arte, pero prefiero decidir cuales son para mi las obras que me aportan, o como invita el texto podríamos reivindicar también el derecho a no emitir ninguna opinión, a suspender el juicio y dejar que lleguen las impresiones sin estar obligado a desembocar en algo. Deberíamos abrir más los ojos y tener más experiencias con las pequeñas cosas de la vida, y por que no, con las pequeñas obras de arte que se nos ofrecen en la calle que no aspiran a ser obras maestras pero que muchas veces cumplen sus objetivos de llevarte a una reflexión o simplemente de hacer que te detengas y contemples. Tal vez ni si quiera lo consideres arte, puede ser una situación, una música de fondo, un reflejo pero si nos lo proponemos estamos constantemente teniendo experiencias estéticas, no se si artísticas.
Yo creo que si, el arte es cosa de los humanos, muchas veces puede estar dentro de nosotros, y podemos también ser parte de la obra o ser con nuestro entorno la obra misma, no necesito que nadie lo reconozca para disfrutarlo.
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